El día de ayer recibí una nota desde México en la cual se me hablaba en los siguientes términos:
En vista de mirar las cosas, como por naturaleza se le es dado al humano, hemos visto que en la web usted atenta contra la inteligencia de muchos jóvenes, adultos, ancianos, putas que dignamente tienen el blasón de poeta, el cual usted usa indignamente. Aquí no se le está pidiendo un favor, se le está rogando que pase usted por mi oficina y recoja su último salario, puede usted hacer con el cualquier cosa; pagar unas prostitutas, dicen que las de la costa de su país son las mejores, menos enfermas, mas bonitas y por ende mas estúpidas como la mayoría de mujeres de esa zona, si no me cree usted, mire a los hombres de esas ciudades y se dará cuenta, bueno, pase usted por aquí, ya no hay mas que decir, tómese unos tragos, lea algunos libros y deje de escribir idioteces, aquí las cosas no son como usted quiere que sean, son como deben ser, así, así y así... no se sienta ofendido, ya nos ayudó usted en algunas investigaciones, recuerde, si... es ilógico preguntárselo, yo se que las recuerda, bueno en fin disfrute de su último pago, aquí las cosas están mal la crisis es grande, la caída de la bolsa, de las bolas, de las tetas, usted sabe, bueno, lo dejo, ya no quiero seguir con esta nota porque ya me estoy ablandando, usted sabe que ya estoy viejo y los años pesan, así como le peso el culo a aquel maldito frances. Mire, la cosa es difícil a mi edad, retírese por favor, usted esta joven y tiene una vida por delante ¿porque no una viuda por delante? ¿porque no mi viuda? mire, mejor lo dejo, no quiero hacer una constante repetición de lo que le mando a decir, aunque el hombre es solo un reproductor, usted lo sabe, reproducimos lo que escuchamos, reproducimos lo que nos enseñan a reproducir, nunca somos nosotros mismo, después del primer hombre solo somos sombras, si, no se aflija, recuerde a Cooper, usted lo sabia muy bien, bueno ya estoy harto de escribir, y usted sabe que se me hace difícil parar porque, lo que más necesito no se me para, así pues pongo a trabajar a mis dedos aunque sea. Le cuento en confianza, no es para que lo ande divulgando, es el último secreto que le cuento... le permito a mi mujer que de vez en cuando se divierta con sus amigos en la ciudad, usted sabe, diversión que ya no le pudo dar. Bueno creo que ya lo aburrí, vulgarmente, solo mierda hablo, jejeje, usted lo sabe, pero bueno, así es esto, adiós.
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