martes, 14 de octubre de 2014

Adelanto de una Premonición

Aquí les dejo una pequeña muestra de mi premonición. Sientense, lean, y....

"La Historia lo registra desde sus mismos orígenes. Las civilizaciones más antiguas guardan memoria de su paso por el mundo y de su propia extinción en palabras, imágenes, en ruinas. Allí palpita aún lo vivo y lo muerto de cada una de aquéllas. Los trágicos griegos fueron aún más allá:  reivindicar la muerte a costa del destino humano, a sobreponerla sobre todas las cosas, aún a sabiendas de que todo castigo no es más que una negación de la libertad, bien supremo que ni los dioses mismos han podido abolir.
Valga este  despropósito existencialista para entrar en la  materia, no por extraña menos conocida, de este libro de Ludwing Varela, “Premonición del extinguido”, una especie de encantamiento verbal  por lo luctuoso y lo sórdido que nos deparan la vida y la muerte, así estrábicamente  vistas juntas, complementariamente cómplices.
Llama la atención el desparpajo inocente e irredento por igual, con que este joven poeta “juega” a su “estar” en este mundo, vivo y muerto lo mismo da. Lo importante es su declaratoria vivencial, casi profética, ese afán hedonista por lucir sus mejores galas “del primer caído”.


“Necesito morir de a ratos”, confiesa el poeta. Si uno no conociera a Ludwing -un joven poeta con una larga vida y obra por delante- podría caer en la trampa y creer que nos habla un personaje de la estirpe de Job, curtido de culpas y arrepentimientos. “Nunca ha sido fácil morirse uno”, murmura por ahí, entre versos más bien flamantemente vívidos y frescos. Pero más de alguno caerá en la trampa, y quien caiga encontrará allá en el fondo, entre el trasfondo de la vida, al propio Ludwing… muerto de risa".

                                                                                                                                Rigoberto Paredes




"Premonición del Extinguido, es el vuelo al ritmo de un parpadeo, sujeto a la velocidad de un segundo, donde las señales están dibujadas sobre un cuerpo de paredes transparentes, añorando llenar los vacíos de los lugares concebidos, palabras que se recogen con olor a despedida de quien se sabe el que desaparece, porque este lugar degolla nuestras imágenes para no saber donde terminan los días. Una despedida que vendrá en una mañana, despertada por una canción ¿Quién sabe si es triste o alegre? nos invadirá una sensación a nuestro cuerpo, importa el ritmo, la transición a desengañarnos, porque las palabras abundan y es necesario encontrar donde colgar las últimas, antes de que el tiempo nos deje caer con su peso."

                  
                                                                                                                                   Pedro Chavajay G


"...poesía buena, conciente, de alto contenido estético, una poesía que se escucha lírica en su forma pero que en el fondo esconde una navaja posmoderna con ciertos óxidos para los gustos refinados del canon".

                                                                                                                                  Fabricio Estrada







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Moriremos de dolor una mañana alegre


Moriremos de dolor una mañana alegre
La sangre será libre de la cárcel de esta carne
Y nacerá un río rojo
Un río donde los peces se multiplicarán en el comunismo de mis venas.
Moriremos plácidamente
En la hora que el beso que se estampa en la palabra
Deje de ser indició de una amarga despedida
De un adiós definitivo con tintes de esperanza.
Moriremos de dolor
Y los pájaros cantarán
Pensando en los gusanos que se alimentaran de nosotros.
Moriremos una o mil veces
De eso no hay duda
En una fría mañana alegre
Como la que aun no he tenido
Y que se dibuja en el precipicio de mi mano.




Espejos opacos

 Todos los espejos están opacos
Y mi imagen engañosa
Nunca había sido tan acertada.
Todos mis espejos están opacos
Y puedo ver en ellos
Mi futuro de rama rota
Mi amanecer de soles negros.
Hay días como este
Que deberían hacerse añicos
Dejarlos uno morir
Sin darles el auxilio necesario.
Todos mis espejos están opacos
Y mi imagen engañosa
Nunca había sido tan acertada.



Peregrinación

Vení,
Lamentémonos pues caen las horas
Y los ojos del mundo
Son ciegos a nuestros pasos.
-¿Y dónde van los que se han perdido a plena luz del día?
Dame la mano
Seguí mis pasos que se agitan entre los abismos
Seguí la voz de temblor que me arropa
Y no cerrés los ojos
Que caerás en la amargura del paso que viene
Y no podrás guiarte por el canto del pájaro
Que se aleja para siempre.
Hay una luz que parece abrirnos el camino a la locura
Procura no separarte de ella
Que es la única agua que nace en el pozo de nuestras manos
-Entonces, ¿dónde vamos con estos pasos que se quiebran de cansancio?
Vamos al fin último del camino
Vamos a nosotros mismos.




Nunca ha sido fácil

Nunca ha sido fácil morirse uno
Así como romper un vaso de cristal
Así como quebrarle la rama a un pájaro.
-Es sencillo; solo cierra los ojos y ábrelos nunca.
Es sencillo, sí
Como absorber el fracaso en nuestras manos-
Nunca ha sido fácil
Es mentira
Uno lleva el deseo en el pecho
Y el corazón palpita de burlas hacia uno mismo.
A veces es mejor tirar las cosas
Y dejar que el tiempo las selle y las abone
Y que de ellas nazca un hermoso nido de gusanos.
-Es tan fácil como parpadear.
Cierra los ojos, ábrelos nunca-
Nunca ha sido fácil morirse uno
Cuando en realidad estamos muertos.



HOY ME ES DIFÍCIL SER BUENO

 Hoy me es difícil ser bueno
Levantarme repentinamente
Y saludar con la mano llena de pasados sangrientos.
Buenos días rosa matutina
¿Por cuál pétalo deseas que comience a torturarte?
Tengo sed de abismos
Una insolencia por arrancarme las palabras tersas
Y una bandeja llena de futuros fracasos.
Hoy es difícil arrancarme el pasado
Fingir que las palabras no dictaron mi camino sin polvo
Y fingir, sí, como lo hacen los que sonríen sin perder la máscara.
Déjenme tranquilo
que soy un volcán de nido de pájaros
Y estoy vomitando mis alturas.
Déjenme tranquilo, sí,
para que no tenga que saludarlos con mi mano ensangrentada

Con mi sonrisa que trata con los muertos.




NO BUSCO


No busco mi nombre para encontrarme
solo el sitio de las trampas
por donde va trazado mi camino.
Veo en las calles mis pasos abandonados
escucho al polvo la insinuación de  mi futuro más cercano.
Puedo ver con estos ojos de ciego
los soles negros que calientan la sangre
que derramaré para pintar mis ocasos.
Me es difícil este andar
estas calles no son más que laberintos
donde perecemos
donde el hilo está cortado
desde el nacimiento de nuestros gritos.
Y uno queriendo escapar
pero la gravedad está dispuesta
a cortar nuestros sueños de pájaro
a cortar el vuelo que se emprende en los cielos de la memoria.
Y no queda más que proseguir 
y cargar sobre nuestra espalda
al tiempo como a un muerto
que al final nos enterrará
con nuestras propias manos.



Regalo de consuelo

 Me han ofrecido la muerte
Como se ofrece un colorido ramo de flores
Me la ofrecieron fresca
Y llena de vida como rosa matutina.
-Señor ¿tiene usted eternos floreros negros?
Porque hoy me han ofrecido la muerte
Como se ofrece un  ramo de flores
Y no tengo un florero para guardarla.
Me han ofrecido la muerte como un ramo de flores
Y solo tengo la tierra de mi cuerpo para abonarla.





Del libro Premonición del Extinguido. Editorial del Gabo. 2014.