Hace unos días, al salir de la biblioteca nacional, fui libre de un intento de secuestro. El pueblo me salvo y al pueblo le aplaudo y le estoy en deuda ante el acto valeroso de defenderme a pesar de que estaban arriesgando sus vidas. Es triste estar en las calles, ver el horizonte y mirar que el verde no proviene de los arboles o del pasto, si no de un cerco de militares, listos para manchar de rojo las oscuras calles de esta patria. Es necesario tratar de romper las paredes humanas e ideológicas en las que estamos atrapados, es necesario luchar por la verdadera libertad, y no una ficticia en la que estamos viviendo en estos días. Sigo y seguiré agradecido a las personas que arriesgaron sus vidas por mi, pero se los agradeceré mas si de la misma manera tratan de liberar a este país, de los cercos tangibles e intangibles que nos tienen doblegados.
3 comentarios:
Me parece lamentables esos hechos, y me alegro que salieras bien librado, sin embargo creo que en vez de luchar, deberiamos de buscar una forma pacifica(pues es de un caracter mas elevado y efectivo) de llegar a un consenso que nos lleve al desarrollo de una mejor Honduras, que es lo que todos queremos.
No necesariamente debe ser una lucha armada, pero pensandolo bien, creo que si los mayores pensadores de la historia quisieran tratara de hacer entender a los tipos que nos gobiernan que lo que ellos hacen lo hacen mal y que deverian cambiar su sistema y ser justos, los grandes pensadores no lograrian convencerlos, puesto que estos señores no entenderian dado a su nivel de inteligencia. Por eso es que repito que en las calles esta el poder, ya que el intelecto sin la fuerza humana no llega a ninguna parte.
Te mando miles de abrazos fraternos. Cuando puedas, date una vuelta por mi blogs. Hace mucho que no me visitas...
Y siempre adelante... Levantemos la Utopía del Amor
Amalia
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