viernes, 8 de mayo de 2009

Cuando la carne se va, solo las lineas quedan.

Hace dos días escuche a unos amigos hablar de la muerte de unos de sus amigos y después de escucharlos sabía que estaban hablando del mismo tipo que un día de muchos días de esos, que trinábamos levantandonos a buscar algo de hierba en los shultz, era el mismo Ruvaldo. Me dio mucho pesar su repentina muerte, mas pesar por la edad que tenia que por la partida en si. Es difícil mirarse joven y salir con una señora tan vieja y fea como la muerte ¿que pensaría mi madre de eso? Pero cuando la muerte se enamora no hay nadie que la detenga. Se muy bien que de un día a otro, tal vez mis amigos suban cosas de mi en sus blogs, hablando sobre mi apasionado beso con la muerte, Pero aunque no lo crean, yo no me ire para ningún lado, una porque Rouvaldo dejo un retrato de mi persona y la otra porque yo he dejado retratos del mundo y de mi mismo. En fin, cuando la muerte viene hay que saber abrazarla.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La muerte no mata...sólo la falta de amor.
Un dia de estos hare un blog para dejar de ser "anonimo"

Ludwing Varela dijo...

Con todo el respeto del mundo... se puede meter el amor adonde mas le guste anónimo. Hay personas que hacen del amor la cosa mas despreciable sobre esta tierra.